Conectar con lo que somos es algo muy sencillo, no se necesita ninguna fórmula, ritual o programa específico. Únicamente debemos saber “meternos” dentro de nosotros mismos para ir a nuestro encuentro; lo que somos nos espera desde siempre c
on los brazos abiertos. Todo lo que nos rodea, con los que nos identificamos, son nuestras propias (y ajenas) creaciones mentales; formas físicas que no dejan de ser pensamientos coagulados y la mayoría tienen impresos la lucha por el poder, la ignorancia espiritual, el miedo y el dolor…