Hoy me levanté sintiendo que lo que uno es va a tender a manifestarse siempre, es como una planta, no necesita hacer nada para crecer y pasar de semilla a planta; salvo nutrientes, no necesita un método, una disciplina, una determinada filosofía de vida, … simplemente con dejar que la naturaleza siga su curso ya será lo que «tiene que ser». Y en este punto yo me pregunto, ¿en qué momento los seres humanos perdimos esa sabiduría tan simple y natural? ¿cuándo nos dijeron que teníamos que hacer cosas? Creer en esto, creer en aquello, ser de una manera, cumplir estos mandamientos, no hacer aquello otro…
Está en nuestra naturaleza el respeto y el amor por uno y por los otros, simplemente quitando y no poniendo uno llega a lo que uno es.
¿No sería la mente un obstáculo para eso? ¿No sería la mente la que dice, él es diferente, no es bueno? ¿yo soy mejor que él, yo quiero lo que tiene él…? Y de ahí las guerras, las carencias, lo que hace que un grupo de individuos necesite un orden, un gobierno, unas normas, unas leyes, ¿si hubiera orden interior sería necesario el orden exterior? ¿la jerarquía?…las comparaciones del tener, yo tengo más poder, tú más dinero, yo más sabiduría, tú más amigos en el facebook ;), etc.
Pues todo este rollo es para decirme a mi misma que no creo que haya nada que hacer, sino deshacer, quitar las interferencias de la mente que me dicen que tengo que hacer esto o aquello, simplemente dejar que salga lo que es uno, simplemente siendo, no desde la cabeza, tengo que ser buena persona ¡ya soy buena persona! No tengo que ser nada que no esté en mi naturaleza y por lo tanto en mi camino. Quitando «deberías», viviendo desde el sentir y no desde el pensar.
Es cierto que gracias a esta capacidad hemos hecho cositas, inventamos la rueda, la bombilla, y alguna que otra cosilla más 😉 , pero siento que nos ha separado de lo que somos para pasar a ser lo que otros dicen que tenemos que ser.
y con eso me levanté hoy, fíjese usté, que cosas
Marta