Si tienes un patrón de comportamiento compulsivo como fumar, comer en exceso, beber, ver televisión, Internet, o cualquier otro, haz lo siguiente: cuando notes que la urgencia de la adicción comienza a manifestarse, para y respira conscientemente tres veces. De esa manera se establece un estado de alerta. Detente durante unos minutos a observar la urgencia misma y a sentir ese campo de energía en tu interior. Siente conscientemente la necesidad física o mental de ingerir o consumir una determinada sustancia, o el deseo de manifestar el comportamiento compulsivo. Después respira conscientemente otras cuantas veces.
Verás que la ansiedad desaparece, al menos transitoriamente. O quizás te des cuenta de que el peso de la urgencia prevalece y no tiene otra salida que obedecer o manifestar el comportamiento nuevamente.
No lo conviertas en un problema. Convierte la adicción en parte de su práctica de conciencia tal como se describió anteriormente. A medida que aumenta la conciencia, los patrones adictivos se debilitarán hasta disolverse finalmente. Sin embargo, recuerda tomar nota de los pensamientos que justifican el comportamiento adictivo, a veces con argumentos sagaces, a medida que van pasando por tu mente. Pregúntate de quién es la voz, y se dará cuenta de que la que habla es la adicción. Mientras lo sepas, mientras esté presente en calidad de observador de tu mente, es menos probable que ésta logre engañarte para que hagas lo que ella desea.
«UNA NUEVA TIERRA»
E. Tolle