El conflicto ocurre cuando las energías femeninas y masculinas, así como los egos, están fuera de balance.
El conflicto ocurre cuando se quiere mantener el punto de vista de que una parte de nosotros esta en lo correcto y el otro está equivocado. Para cambiar esto, ambos se sientan en un lugar y se permiten ser como son.
No estamos haciendo algo bien o mal, y nuestras opiniones no son correctas o incorrectas. Permitamos que la respiración nos muestre dónde está la resistencia a tener la razón y la dejamos ir. Respiremos a través de ella. Ahí esta la paz.