¿Cómo manejar estas energías, a menudo poderosas, cuando aparecen?
Nosotros las permitimos. Si pudiésemos simplemente observarlas con un sentido de desapego conforme se presentan –sabiendo que sólo están apareciendo para ser eliminadas– desaparecerán rápidamente, y ni siquiera van a recordar para qué fue tanto sufrimiento.
Pero si los agarramos y nos enganchamos a estos pensamientos y sentimientos caóticos, si insistimos en sentirnos culpable o preocuparnos, si seguimos discutiendo: “Yo no estoy bien” o “Ellos no están bien”, estas energías no van a desaparecer de nuestro espacio y se anclarán en el YO SOY ASí.
Recordemos que muy a menudo lo que se presenta ni siquiera es nuestro, no nos pertenece. Reconozcámoslo y sepamos que está presentándose para ser eliminado… para siempre. Basta tomar un par de respiraciones profundas, salir a caminar, escuchar música – y llevar el punto de atención a algo de mayor vibración.