Se cierra un año en el que he recogido algo de lo trabajado los años anteriores y siento que éste que viene ya es de cosecha. Han sido muchos años de lecciones constantes y de ser consciente de que todo lo que me ocurría era cien por cien responsabilidad mía, aunque a veces tardase en verlo. La frase, «esto está ocurriendo para mí y no a mí» me ha acompañado mucho y me ha ayudado a no perderme en la ilusión mucho. Siento mucho agradecimiento y la vida me está empezando a resultar muy divertida, con sus luces y sus sombras, pero ya las sombras no las veo fantasmagóricas, tan sólo son juegos de luces y sombras…
Me alegro que a alguien le aporte lo que comparto, lo que a mí me aporta. Este blog lo inicié como un diario de lo que me movía y me resonaba… Así que gracias por pertenecer a este diario 🙂