Seth ~ Una nueva creencia puede provocar cambios en el pasado.
En la práctica, los sucesos probables parecen tener más sentido cuando pensáis en ellos como sucesos futuros latentes.
La cuestión es que hay sucesos pasados probables que «aún pueden ocurrir» en vuestra experiencia personal previa. Un suceso nuevo puede literalmente nacer en el pasado… «ahora».
A gran escala, esto raramente ocurre en una forma que podáis percibir.
No obstante, una creencia nueva en el presente puede provocar cambios en el pasado a nivel neuronal. Debéis comprender que básicamente el tiempo es simultáneo, de modo que las creencias actuales realmente pueden alterar el pasado. En algunos casos de curación -en la desaparición espontánea del cáncer, por ejemplo, o de cualquier otra enfermedad- se producen ciertas alteraciones que afectan a la memoria celular, los códigos genéticos, o los patrones neuronales del pasado.
Explicado de la forma más sencilla posible, digamos que en estos casos se accede a las profundas estructuras biológicas tal como existieron en cierto momento; una vez hecho esto, se alteran las probabilidades, y la enfermedad se borra en vuestro presente, pero también en vuestro pasado.
Una repentina o intensa creencia en la salud puede en realidad «invertir» una enfermedad, y en la práctica «se trata de una inversión temporal». Se introducen nuevos recuerdos en el lugar de los antiguos, por lo que a las células se refiere. Este tipo de terapia ocurre con mucha frecuencia de forma espontánea cuando las personas se libran de enfermedades que ni siquiera sabían que poseían.
El aprendizaje no se transmite simplemente de un tejido vivo a otro tejido vivo -algo que ya han descubierto vuestros biólogos-, sino que también se transmite a través de la realidad corpórea actual del cuerpo, en ocasiones cambiando por completo los mensajes a células pasadas que para vosotros ya no existen.
Más o menos de la misma manera, una fuerte creencia presente en una facultad llegará hasta el pasado y efectuará todos los cambios que tendrían que haber sucedido ahí con el fin de hacer patente ahora esa facultad.
Ésta es la razón de los resultados obtenidos en algunos experimentos, en los que se han observado aprendizajes acelerados bajo hipnosis o con métodos parecidos, por ejemplo, convenciendo a una persona de que es un gran pintor o un lingüista. La creencia presente activa las facultades «latentes» dentro de cada persona.(*)
(*) Seth parece referirse a la «reencarnación artificial» tal como la practican los soviéticos. Véase el libro de Sheila Ostrander y Lynn Schroeder Psychic Discoveries Behind the Iron Curtain (Descubrimientos psíquicos tras el telón de acero), Bantam Books.
La estructura biológica «tal como existió en el pasado» se ve por tanto afectada. Se incorpora al organismo una experiencia que no tenía antes, como si se hiciera una especie de reprogramación. Por supuesto, no podéis examinar la estructura celular ahora tal como existe en el presente y. simultáneamente tal como existió en el pasado. Científicamente, sólo podéis demostrar los efectos que aparecen en vuestro presente. Pero, cuando alteráis vuestras creencias hoy, también repro-gramáis el pasado. «Por lo que se refiere a vosotros», el presente es vuestro punto de acción, de foco y de poder, y desde ese punto de volición formáis tanto el futuro como el pasado. Si entendéis esto, comprenderéis que no estáis a merced de un pasado sobre el que no tenéis ningún control.
Si bien vuestras creencias conscientes presentes inducen vuestra experiencia actual, y si bien vuestros sentidos sólo captan la solidez del cuerpo físico en el presente, los elementos siempre cambiantes del cuerpo y la conciencia son relativamente «libres en el tiempo», ya que existen en una multidimensión con la que la conciencia racional aún no puede tratar.
Esto no reduce la función de la conciencia racional, ni su capacidad natural, ya que sus poderes os permiten enfocar la experiencia de una forma muy específica, y dirigir la energía con una atención intencionada. Esta acción está en proceso de cambiar automáticamente la naturaleza de la conciencia racional, la cual tal como la concebís, se halla en estado de evolución.
La conciencia no es un objeto que poseáis. Vuestra individualidad no tiene límites. Si preguntáis: «¿Cuál es mi individualidad en todo esto?», o «¿Qué «y°» soy?», automáticamente pensáis en vosotros como una entidad psicológica con límites definidos que deben protegerse a toda costa. Quizá digáis: «Nací en una casa en la calle tal del pueblo cual, y ninguna creencia presente contraria puede cambiar ese hecho». No obstante, basta con que un suceso pasado pueda alterarse en el presente en vuestra estructura neuronal para que no haya ningún suceso exento de ese cambio.
En vuestra experiencia práctica, las mesas siempre son mesas, aunque los físicos saben muy bien que el aspecto físico es de algún modo un espejismo. En vuestro nivel de experiencia hay muchos efectos que se aceptan y se emplean de una forma muy práctica, como ocurre con vuestras sólidas mesas. Así como no percibís los átomos o moléculas que las componen, de la misma manera, pero en términos distintos, los sucesos os parecen «sólidos».
Pero en otros niveles esta aparente solidez de los sucesos desaparece. ¿Qué yo ¿Qué mundo? Una repentina creencia contemporánea en la enfermedad llegará en realidad hasta el pasado, afectará al organismo a ese nivel, e introducirá en la experiencia pasada de las células el inicio de los sucesos biológicos que luego parecerán originar una enfermedad presente.
Por tanto, la mente consciente dirige no sólo el presente, sino también la experiencia futura y pasada de profundos sucesos neurológicos. La memoria celular puede cambiarse en cualquier punto. Las creencias presentes pueden introducir nuevos recuerdos en el pasado, tanto psicológica como físicamente. El futuro no está de ningún modo predeterminado a niveles «básico». Aun así, a veces puede predecirse, ya que en la práctica a menudo seguís ciertas líneas de probabilidad que pueden verse «antes de tiempo».
Estas predicciones pueden afectar a las probabilidades, y reforzar una línea actual de creencia. Los médicos suelen preguntarse si deberían o no decirles a sus pacientes terminales que su muerte es inminente. En algunos casos esta predicción puede convertir la muerte en un hecho, mientras que lo contrario «puede» regenerar la creencia del paciente en su capacidad para vivir.
Nadie morirá simplemente porque un médico se lo diga. Nadie está a merced de las creencias del otro. En términos generales, cada individuo conoce sus desafíos y programas «generales», y el momento de su muerte. Pero incluso estas decisiones pueden verse alteradas en cualquier momento en vuestro «ahora»: el cuerpo entero puede regenerarse de un modo que sería imposible de predecir por la medicina. Dirigís vuestras experiencias desde el punto focal de vuestro presente, en el que vuestras creencias interceptan directamente el cuerpo y el mundo físico por un lado, y por otro el mundo invisible del que extraéis energía y fuerza. Esto se aplica tanto a los individuos, sociedades, razas y naciones, como a actividades sociológicas, biológicas y psíquicas.
En la experiencia práctica diaria, tratad de concentraros por un momento en facultades aparentemente secundarias que veáis como latentes. Si lo hacéis de forma constante, empleando la imaginación y la voluntad, estas facultades ganarán prominencia en vuestro presente. Las creencias actuales volverán a programar la experiencia pasada y la alteración. No sólo los sucesos pasados, olvidados e inconscientemente percibidos, se dispondrán de una nueva forma y se organizarán bajo un nuevo título, sino que «en ese pasado» (no apreciable ahora) toda la respuesta corporal a sucesos aparentemente pasados cambiará. De hecho, vuestro deseo o creencia se remontará en el tiempo, y enseñará a los nervios nuevos «trucos». Habrá una precisa reorganización «en ese pasado» que ocurrirá «en vuestro presente», lo que os permitirá comportaros de forma completamente distinta.
La conducta aprendida, por tanto, altera no sólo la conducta presente y futura sino también la pasada. El poder de vuestra conciencia racional enfocada en el presente os proporciona unas oportunidades de creatividad que apenas habéis empezado a comprender. Cuando lo hayáis aprendido, automáticamente comenzaréis a apreciar la naturaleza multidimensional, no sólo de vuestra propia especie, sino también de otras. Así pues, ese momento es el marco creativo a través del cual vosotros, vuestro ser no físico, dais forma constantemente a la realidad corpórea; y a través de esa ventana a la existencia terrenal dais forma tanto a su futuro como a su pasado.
Desde el punto de vista físico, lo que concebís como conciencia del ser surge de una cierta intensidad alcanzada por la conciencia Gestalt de los átomos y moléculas, células y órganos, que componen el cuerpo.
El ser que conocéis, orientado de forma especial en lo físico, tiene su realidad en ese contexto, pero incluso desde el punto de vista físico su realidad supera lo que pudiera revelar cualquier análisis de su totalidad. El ser dirige la actividad del cuerpo, y en ese sentido depende de la actividad neurológica.
No obstante, la estructura psíquica de la conciencia que organiza esa Gestalt corporal no depende de ella, y por tanto el yo que experimentáis es sólo una parte de esta identidad superior.
Durante ciertas etapas del estado de sueño obviáis las estructuras neurológicas, y percibís experiencias de naturaleza multidimensional que luego intentáis traducir lo mejor posible en estímulos que puedan asimilarse físicamente, por ello a menudo las convertís en imágenes simbólicas que vuestra estructura corporal puede comprender y a las cuales, hasta cierto punto, puede reaccionar.
Muchas veces estas elaboraciones se utilizan como pautas de visión interna, por ejemplo. Visualmente suelen presentar una similitud con la disposición interna de las células y de los planeta?. Así pues, vuestras imágenes oníricas están biológicamente estructuradas. Las experiencias que hay «detrás» de ellas os ponen en contacto con las partes más profundas de vuestra realidad no física, y es el inconsciente quien las traduce en imágenes y formas reconocibles.
De la misma manera, partiendo de una realidad que de otro modo sería un laberinto indiferenciado, el inconsciente transforma «para» vosotros los campos de activación en objetos y sucesos reconocibles en vuestra vida diaria.
Ahora estáis arraigados en vuestra condición de criaturas, gracias a lo cual podéis percibir a través del cuerpo una experiencia viva única. De modo que, cuando menciono técnicas que os permitirán percibir otros campos de realidad además de la vuestra, debéis comprender que tenéis que utilizarlas para realzar vuestro gozo como seres vivos, y para enriquecer vuestra expresión tanto sensual como espiritual.
En el resplandor de vuestro ser físico, ambas expresiones se hacen una.
Extracto de Habla Seth III
A través de Jane Roberts