Parte de la autotransformación espiritual es ser capaz de enfrentar y trabajar las partes de uno que han estado encerradas, negadas y desatendidas.
Todo lo que resistes confrontar al final aparecerá y persistirá hasta que lo enfrentes. Esa la verdadera plenitud.
Si puedes amar y aceptar todas las emociones, todas las experiencias, todo el dolor y todo el placer en tu vida, realmente estás creando una experiencia unificada y siendo un ejemplo de lo que realmente significa embarcarse en un camino de desarrollo personal y espiritual.
Ángeles Rodeiro