“Yo, cuando necesito algo, me lo pido a mí misma. Y funciona. Porque una cosa es ser limosnero y otra, ordenarte a ti mismo, saber qué es lo que necesitas. Muchos creyentes se han vuelto dependientes, y el espíritu es totalmente libre; eso hay que asumirlo. Nos han enseñado a adorar imágenes en lugar de adorarnos a nosotros mismos y entre nosotros”
“Después de los 65 años somos oro molido para la Humanidad”
La Abuela Margarita